Hoy, 22 de julio, se celebra la festividad de Santa María Magdalena.
En el trono-anda de la Santísima Cruz es una de las cuatro imágenes que el imaginero D. Antonio Sanjuán Villalba esculpió en 1952, formando parte del conjunto escultórico que complementa la parte inferior de la imagen titular: Santa Marta, San Juan Evangelista, Santa María Magdalena y Nuestra Señora de los Dolores, en los que los tres últimos aparecen en las últimas escenas de la Pasión justo en el momento de la muerte de Jesucristo.
María Magdalena fue una de las discípulas más fieles de Jesús, testigo de su pasión, muerte y resurrección.
Ella es conocida como la primera en ver al Señor resucitado y anunciarlo a los apóstoles. Por eso, la Iglesia la reconoce como “Apóstol de los Apóstoles”.
En el Evangelio, María Magdalena representa la fuerza del amor que transforma, del perdón que renueva y de la fidelidad hasta el final. Acompañó a Jesús en el Calvario cuando muchos lo abandonaron, y fue la primera en ir al sepulcro al amanecer.
Su vida es un testimonio de conversión verdadera y de entrega total a Cristo y nos recuerda que el amor y la misericordia de Dios pueden hacer nuevas todas las cosas.
"María Magdalena fue y anunció a los discípulos: ‘¡He visto al Señor!’" (Jn 20,18)
Que ella nos enseñe a buscar al Señor con pasión, a seguirlo con valentía y a proclamarlo con alegría.