El pasado sábado 6 de diciembre, en la tarde, los cofrades de la Santísima Cruz se reunieron en la iglesia de las Escuelas Pías para dar inicio a un nuevo tiempo litúrgico, el Adviento, con un acto cargado de devoción y significado. La Eucaristía, celebrada por el P. Luís Gregori, escolapio de la comunidad, fue un momento de reflexión, oración y fraternidad para todos los presentes. En esta ocasión, se procedió a encender el segundo cirio de la corona de Adviento, un rito que simboliza la esperanza y la preparación espiritual para la venida de Cristo.
La luz del cirio encendido iluminó el altar, uniendo la simbología de la espera del nacimiento de Jesús con la comunidad de fieles que compartió este momento. Durante la Eucaristía, se destacó la importancia de este tiempo de espera y penitencia, marcado por la reflexión personal y la oración en preparación para la Navidad.
Además de este acto litúrgico, se dedicó un emotivo recuerdo a los cofrades difuntos, quienes en su momento formaron parte activa de la vida de la Hermandad. El P. Luís Gregori, en su homilía, invitó a todos a rezar por aquellos que ya han partido, recordando la importancia de la memoria colectiva en la fe cristiana.
En sus palabras, subrayó cómo la tradición de la Hermandad, profundamente enraizada en la vida religiosa y comunitaria, sigue viva en la oración y en la unidad de los hermanos y hermanas que conforman la cofradía.
El Adviento es un tiempo de preparación y espera, y esta celebración fue un recordatorio de la necesidad de renovar constantemente la fe y el compromiso con la Iglesia, especialmente en momentos tan especiales como el inicio del tiempo litúrgico que nos lleva a la Navidad.
