Hoy, 15 de septiembre, se celebra la festividad de Nuestra Señora de los Dolores.
En el trono-anda de la Santísima Cruz es una de las cuatro imágenes que el imaginero D. Antonio Sanjuán Villalba esculpió en 1952, formando parte del conjunto escultórico que complementa la parte inferior de la imagen titular: Santa Marta, San Juan Evangelista, Santa María Magdalena y Nuestra Señora de los Dolores, en los que los tres últimos aparecen en las últimas escenas de la Pasión justo en el momento de la muerte de Jesucristo.
Nuestra Señora de los Dolores, fue aquella que compartió íntimamente el sufrimiento de su Hijo Jesús, desde la profecía de Simeón hasta su muerte en la cruz.
Ella no habló mucho en los Evangelios, pero su silencio estuvo lleno de amor, fortaleza y entrega. María supo acompañar el dolor, sin perder la fe. Estuvo de pie junto a la cruz, sin huir del sufrimiento, haciendo suyo el dolor del mundo.
Los Siete Dolores de la Virgen nos invitan a contemplar su corazón traspasado y aprender de su ejemplo:
La profecía de Simeón
La huida a Egipto
La pérdida del Niño en el Templo
El encuentro con Jesús camino del Calvario
La crucifixión y muerte de Jesús
El descendimiento de la cruz
El sepulcro de Jesús
Nuestra Señora de los Dolores es consuelo de quienes sufren, madre de los afligidos y refugio en el dolor.
Hoy, pongamos a sus pies nuestras cruces, nuestras penas y las heridas del mundo. Que su mirada llena de compasión nos recuerde que nunca estamos solos.