En el día de hoy la Iglesia ha conmemorado el inicio del periodo de reflexión y penitencia conocido como el Miércoles de Ceniza. En esta ocasión especial, los cofrades de la Hermandad de la Santísima Cruz se han unido con fervor a la Comunidad Cristiana de las Escuelas Pías, lugar donde la Hermandad encuentra su Sede Canónica, para participar en los ritos que marcan el comienzo de la Cuaresma.
La ceremonia, revestida de solemnidad y devoción, ha sido presidida por el consiliario D. Enric Ferrer Solivares, quien ha guiado a los fieles en este camino de introspección y preparación para la Semana Santa. A través de sus palabras ha subrayado la importancia de los tres pilares fundamentales que caracterizan este tiempo litúrgico: la limosna, el ayuno y la oración.
En su reflexión, D. Enric Ferrer Solivares ha exhortado a los presentes a vivir la Cuaresma como un periodo de renovación espiritual y solidaridad con los más necesitados. Ha recordado que la limosna, más allá de la mera donación material, implica compartir el amor y la compasión con quienes atraviesan dificultades. Asimismo, ha enfatizado la importancia del ayuno como una práctica de desprendimiento y autodisciplina, que nos permite centrarnos en lo esencial y fortalecer nuestra relación con Dios. Y finalmente, ha animado a dedicar tiempo a la oración, como medio para conectar con lo trascendente y encontrar consuelo en momentos de tribulación.
Con estas enseñanzas, los cofrades de la Hermandad de la Santísima Cruz se preparan para vivir intensamente este tiempo de gracia y conversión, con la certeza de que cada acto de amor y sacrificio contribuye a la construcción de un mundo más justo y fraterno. Que la Cuaresma sea para todos un camino de encuentro con la misericordia divina y de crecimiento espiritual, en el que podamos redescubrir el verdadero sentido de la vida cristiana.